Os recomendamos en esta entrada un monólogo imprescindible: Nanette, de Hannah Gadsby.
Hannah Gadsby hace saltar los límites de la comedia y la llena de honestidad, dolor, resiliencia y respeto. “He basado mi carrera en burlarme de mí misma, y no quiero seguir haciendo eso”, afirma. “No es humildad, es humillación”.
Nos cuenta su historia como mujer lesbiana con un género no-normal, tan no-normal como “poner una diadema rosa a un bebé calvo”, para señalar que las personas con género normal, los “hombres heterosexuales blancos”, por fin se han convertido en una subcategoría humana, por fin han dejado de ser la humanidad, lo neutro.
Desde sus propias experiencias, que son las de muchas, las de todas, pasando por los mitos de la cultura, los nombres propios del arte y la política, la salud mental y la locura, denuncia magistralmente el dolor y la violencia sexista y homofóbica: explícita, simbólica, estructural, brutal.
Su monólogo remueve el corazón, remueve el pensamiento, agita el ser.
Os dejamos el trailer oficial. El monólogo sólo puede verse en Netflix.
¡El monólogo es brutal! Y señala una de esas cosas que tantas hacemos y que tan bien visto está socialmente: hacer burla de nuestros dolores para intentar que, de cara a la galería, no parezca que nos dolemos tanto y demos una imagen de que podemos con todo. Y sí, podemos con todo, pero las cosas duelen y seguir apoyándonos únicamente en el humor no va a hacer que duela menos, sino que nos aleja de atravesar la emoción. En fin, qué guay la recomendación. 🙂
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Impresionante. Conmovedor viaje desde la ironía hacia la honestidad, creciendo hasta hacerse del tamaño del auditorio.
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Emocionante. Muy recomendable.
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Me rei, me enfadé y lloré… qué capacidad de llevar al público.
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Admirable la capacidad de Hanna Gadsby de conectar lo personal y lo político; de jugar con el realismo y la ironía. Para verlo despacio y varias veces.
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Impresionante. Para no perderse y re-visar cada tanto. Emocionante, realista, doloroso, conmovedor…. especial, muy especial.
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