Tránsito, Espiritualidad y Gestalt.

En la entrada de hoy compartimos un testimonio en primera persona de Gea González Torres. Gea nos habla de su Tránsito de Género, que relaciona con la Espiritualidad y la Terapia Gestalt.

Su testimonio, escrito a corazón abierto, nos invita a la reflexión y a la comprensión. De forma sencilla y transparente, sugiere algunas de las líneas de cruce que actualmente generan debate, puede que incluso conflicto, entre diferentes corrientes dentro del feminismo.

En sus propias palabras: “¿Estábamos reproduciendo nuevamente el modelo hegemónico de masculinidad dentro del propio movimiento feminista?”.

Cuestión a la que responde honesta y comprometidamente: “En parte así era, la falta de conciencia y autoconocimiento dentro de los movimientos sociales hacen que cometamos (…) estos “errores”.

En su tránsito, un proceso gestáltico aporta claves de suma importancia: “feminismo y gestalt son pack indivisible y necesario de tomar en conjunto: si queremos cambiar las estructuras sociales y políticas, tendremos que poner conciencia en cómo las reproducimos y viceversa; si queremos afrontar nuestra neurosis, tendremos que conocer cómo se ve atravesada por las estructuras de privilegio y opresión en base a las cuales hemos desarrollado nuestro ego”.

Gea relaciona conceptualmente las ideas de género con las estructuras de carácter, y desde un enfoque fenomenológico, nos cuenta, con toda su humildad: “al más puro estilo de los procesos gestálticos, el proceso de tránsito lo hice haciéndolo”.

Aquí os adjuntamos el pdf para su descarga:

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Un comentario sobre “Tránsito, Espiritualidad y Gestalt.

  1. Gracias por compartir tu experiencia de y en tránsito. Me ayuda a entender procesos que parecieran «ajenos» a mí, y al mismo tiempo me permite sentirme identificada con todos esos dilemas entorno a la necesidad y casi imposición social de clasificarse, leerse, en base a una categoría X; en mi caso, mujer.
    En mi opinión, uno de los principales temas pendientes a replantear en el ámbito terapéutico, ¡y espiritual! es el uso del lenguaje y las atribuciones a lo que se presupone femenino y masculino. Asociar determinadas características con «lo femenino» (pasividad, bondad, amorosidad, cuidados, energía X…) y otras con «lo masculino» (agresividad, activación, fuerza…) no hace otra cosa que seguir reproduciendo estereotipos y roles de género, y generando un montón de «problemas identitarios» que seguramente no serían los mismos si no viviéramos con tanta categorización binaria. Creo que puede ayudar empezar a hacer estas características «neutras», «universales» sin asociarlas al sistema sexo/género, porque ya sabemos, el lenguaje construye.
    Un saludo, Gea! 🙂

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