«ARQUITECTURA MORADA. Tendiendo puentes feministas a la infancia y adolescencia con identidades disidentes» es un artículo escrito por Araceli Hermira y Carmen Velamazán, ambas terapeutas gestálticas y con amplia experiencia en infancia y adolescencia.
En él nos invitan a reflexionar sobre cómo «la discriminación sufrida respecto a las normas de género, identidad sexual y orientación del deseo» afecta en las experiencias cotidianas de infantes y adolescentes. Su objetivo es «ayudarles a construir un puente entre su experiencia interior y la relación con el mundo. Un puente que no las aleje de sí mismas ni del mundo con el que tienen que aprender a interrelacionarse y que les permita fantasear que es posible vivir como son, que están bien así y que pueden ser felices«.
Tal y como nos dicen: «Cuando se detiene el desarrollo más o menos sano (…), cuando sus necesidades evolutivas no son cubiertas, cuando se la agrede, humilla o no se le permite expresar quién es, llega a la edad adulta como una persona enfadada, dolida y/o humillada. Estas heridas antiguas pueden contaminar su comportamiento (…) reduciendo enormemente su posibilidad de ser y de estar en el mundo«.
En el artículo, señalan las distintas fases evolutivas y las relacionan con la disidencia a la normatividad en cuanto al sexo-género-orientación en cada una de ellas. Nos hablan de agentes y factores que inciden en éstas etapas, y nos proponen formas prácticas de enfocar terapéuticamente nuestras intervenciones, sobre los sujetos en cuestión, y sobre lo sistémico que actúa en cada caso.
Concluyen el artículo con una propuesta de abordaje terapéutico. Consideran que las etiquetas han de romperse, y una posible forma es mediante la integración de las polaridades: «Parece que la manera dicotómica de entender el mundo (hombre-mujer, femenino-masculino, hetero-homo…) ya no nos vale, no representa la diversidad humana. Tenemos que ampliar nuestro imaginario colectivo (…). Si se dejan fuera realidades y vivencias, da como resultado mucho dolor no nombrado, por no estar visibilizado, pero sí sufrido«.
Impresionante!
Me gustaLe gusta a 1 persona